Tres Días de Agonía en Las Sombras

by septiembre 26, 2023 0 comentarios

 



El viejo Phristino termina el viaje interestelar de su propio cosmos, las Vhedaes-Khyntauras del destino lo acompañan hasta el final, cuando el Dios de la muerte Odhra-Khaurus [Ω] llega para reclamar lo que por derecho universal le pertenece, mientras que su hermana, la Diosa de la vida, Ahlbba [α] brinda consuela al hijo afligido, en el fondo, “La Dama Oscura”, la Diosa Ytligh [ψ] permanece sonriendo mientras mira fijamente al espectador de manera muy inquietante, su gesto, es solo una advertencia a todo aquel que contemple la escena, al final, todos los seres mortales deberán pasar por el mismo trance entre la vida temporal y la muerte definitiva.


Día I - Preludio Crepuscular

Los Phristinos de ceniza son seres con un longevidad increíblemente larga, tanto así que podrían considerarse como eternos, sin embargo, solo los Dioses que están más allá del universo ordinario pueden hablar con propiedad del verdadero significado de la palabra “Eternidad”, algo que a ellos mismos también puede ser arrebatado, por eso, este concepto representa un pensamiento de temor y vacilación, incluso para un auténtico Dios.

“Bhelyann Reinnis” fue un ser muy poderoso que siempre utilizo todo su conocimiento sobre el universo primordial y el plano superior para enseñar a cada generación de seres Phristinos que  educó y entrenó, tanto hijos como discípulos, todos fueron su familia, y recorrió cientos de galaxias rescatando a muchos de sus hermanos de raza, extraviados bajo cientos de desafortunadas circunstancias con un nexo en común, el influjo de “La Emoción Oscura”.

Pero una de las leyes más terribles de la era posterior a la Sagrada Trinidad Universal [ν-ι-λ] fue la famosa “Aeghiss-Dhorn-Yhavinn”, que traducido de la lengua antigua de los dioses significa: “Decisión y Consecuencia”, y también es conocida por ciertos círculos científicos como: “Causa y Efecto”, uno de los postulados primordiales que fundaron las bases que regirían para siempre el universo primordial, establecidos durante los sucesos posteriores al “Tercer Cataclismo Universal” en donde un derrotado Odhra-Khaurus [Ω], supo hacer de su humillante derrota, la victoria más grande jamás vista.

En ese momento, el anciano se da cuenta de que sus pensamientos, nuevamente se ha desviado de lo primordial, embriagado por el éxtasis de las memorias melancólicas del tiempo, este no es un breve relato sobre aquellos sucesos tan importantes, sino otro ejemplo más de esa ley universal que debemos entender y de vez en cuando, respetar, la terrible: “Aeghiss-Dhorn-Yhavinn”, donde toda decisión que se tome, para bien o para mal, siempre traerá una consecuencia inevitable hacia su ejecutor, y el señor Bhelyann de la casa astral Reinnis, no estaba exento de poder burlar esa regla para siempre, mientras que el dolor se agudiza, y tan solo ha pasado el primer día.




Día II - Bajando por el sendero de la última noche

En la medida que avanza el último crepúsculo mental, también lo hace el terrible dolor que siente por todo su afligido cuerpo, entonces, en medio de aquella agonía, aparecen los primeros invitados de aquella brumosa ceremonia, se trata de las Vhedaes-Khyntauras del destino, las sacerdotisas vírgenes que envía nuestro señor Odhra-Khaurus [Ω] para hacer los preparativos finales del último viaje entre lo real y lo onírico, hacia las sombras de la noche más oscura jamás vista, al menos para hacer que dicho viaje sea menos deprimente, aunque realmente no sea cierto.

Un último juego mental de ironía perversa se asoma, tantas travesías cósmicas, rescatando a cientos de sus hermanos de sangre, extraviados en sombríos senderos de profanidad o de la esclavitud más deprimente, da igual el contexto de la tribulación, todas esas acciones generaron una cadena de consecuencias que no podían evitarse.

Entre los cientos de venenos que recibió por los ataques de vendetta perpetuados por los sectarios de “La Aguja del Averno” y su terquedad por preocuparse más por sus semejantes que por su propia salud, todas estas decisiones hicieron su trabajo con el paso de las eras del tiempo y se convirtieron en consecuencias incuestionables.

Y así fue extinguiendo el fuego de una longevidad, casi eterna, reduciéndose a tan solo un cuarto de la vida que habría tenido si hubiera sido mucho más precavido, quien sabe si hubiera seguido los consejos de sus asesores personales, si tan solo hubiera sanado su cuerpo de todas esas impurezas, tal vez, podría haber salvado a otros cientos de hermanos perdidos, es increíble cómo era de testarudo, incluso en los últimos pensamientos que cruzan por su mente moribunda.

En ese preciso momento, Bhelyann escucha una misteriosa sonrisa que surge de la parte más sombría de la habitación, que tonto eres, es demasiado tarde, ya has caído en la trampa.

La atmosfera cambia, y el crepúsculo ya se ha tornado en una noche oscura y fría, la culpa de las decisiones lo atormentan y aceleran los latidos de su corazón entre dolor, la fiebre y el sufrimiento, corporal y espiritual, el siguiente invitado de la noche llega a la cita final, acompañado de todas sus nefastas sombras perturbadoras, semejantes a fantasmas hambrientos del pasado, y también como demonios hostigadores del miedo más atroz, danzando entre las paredes de la habitación, para torturar su mente por última vez, oh si, nuestra señora Ytligh [ψ] “La Dama Oscura”, siempre es cruel, incluso cerca del gran final.



Día III - En la hora menguada de la mente

Siento que mi niño llora cerca de mí, sus lágrimas golpean constantemente mi brazo, mientras me toma fuerte de la mano, pero ya casi no puedo verlo, me he sumergido en las profundas mareas de la oscuridad de la noche eterna, las consecuencias son inevitables, ahora entiendo perfectamente esa frase que escuche tantas veces en el pasado y que nunca presté la más mínima importancia, supongo que así tenía que ser, “La Dama Oscura” siempre gana, la noche siempre llega.

“Ya sois un hombre, Casshym, así que cuidad a Madre, mi niño, y cuidad a tu hermano pequeño, daros a mamá todas las sonrisas que me perdí de darle por todos mis viajes astrales, y a tu hermano todos los consejos que aún quedaron como asuntos pendientes…” 

Mi mente redactaba todas esas frases pero ya ni siquiera podía escuchar mi propia voz, no sé si lo decía realmente, si solo balbuceaba sonidos sin sentido, o todo era producto de los delirios de fantasías que surcaban mi mente a medida que se acercaba la última hora.

Finalmente, aparecen los eternos restantes para cumplir su trabajo, mientras que las Khyntauras me reconfortan, el dolor, la agonía y la oscuridad se empiezan a desvanecer, veo un destello de luz similar al amanecer, siento una agradable calidez que irradia justo de donde está sentado mi niño, se trata de la “Dama Blanca”, mi señora Ahlbba [α] también ha venido y reconforta a mi afligido niño con su manto de amor eterno, las fuerzas vuelven a mí testarudo ser, alcanzo a voltear mi rostro para contemplar esa hermosa imagen y ver a mi muchacho por una última vez, para derramar la última lagrima.

Es entonces cuando lo veo venir a él, al último invitado a la velada final, el más importante de todos, el que no llega tarde, ni tampoco demasiado temprano, simplemente el invitado no deseado que siempre está en el momento exacto y que nadie puede evitar, porque es su función eterna en este complejo y misterioso universo lleno de seres igual de complejos y misteriosos, y con mi último aliento y una última frase: “Mi niño, debes dejarme ir…”, mientras que mi señor Odhra-Khaurus [Ω] desgarra la carne de forma invisible y se lleva mi aliento de vida, para regresar nuevamente hacia la fuente principal de todas las cosas, para siempre…




Carlos Rodríguez

Artista Digital

Artista y el mismo tonto de hace 10 años atrás...

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