Sven se puso de pie en la cima de la montaña escarchada empuñando su espada mientras juraba vengar a todos sus compañeros caídos, una gélida y perturbadora entidad se manifestó detrás de él, como un ángel exterminador invocado para ayudarlo a completar su magnífica venganza, entonces el canto de guerra empezó a sonar a través del silbido afilado y fantasmal del viento cortante que se esparcía por aquellas tierras antiguas de la noche eterna.

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