Mucho tiempo he pasado entre las sombras.
Ignorando su luz y el llamado de su hermosa y descarada sonrisa.
Dándole la espalda para ahogarme en las profundidades oscuras de mi deprimente miseria.
A pesar de que aún me duele la herida en el pecho que me dejo la ausencia del gran maestro.
No puedo seguir escapando de mi propia verdad...
Ella me llena y le da sentido a mi existencia.
Y debo dejar que me vuelva a abrazar...
Para llevarme nuevamente por sus caminos sanadores de libertinaje onírico.
En donde siempre encuentro paz…
La Musa Inspiradora

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